Muy fácil de limpiar, solo humedece la palma de tu mano con un poco de jabón neutro y pasa la brocha en movimientos circulares hasta que salga espuma. Enjuaga la brocha en un recipiente con agua tibia hasta que no salga espuma y ¡lista!, ya tienes tu Kabuki como nueva.
Fácil de limpiar y sencilla de utilizar y llevar, la brocha perfecta para llevar en el bolso y retocarte en cualquier momento que lo necesites. ¿Aún no tienes una?